Día Mundial de la Salud: La conexión entre el agua que tomas y tu salud
Cada año mueren miles de personas por enfermedades relacionadas con agua contaminada. Descubre cómo el saneamiento puede salvar millones de vidas y por qué es clave para tu salud.
El Día Mundial de la Salud nos brinda una oportunidad crucial para reflexionar sobre los pilares fundamentales que sostienen el bienestar de la población mundial. Una de las herramientas más poderosas para proteger nuestra salud es algo tan cotidiano como el acceso a agua salubre y al saneamiento adecuado.
Pero la realidad es alarmante, según la OMS:
- En 2021, más de 2 mil millones de personas vivían en países con escasez de agua.
- En 2022, 1,700 millones consumían agua contaminada con heces, lo que eleva drásticamente el riesgo de enfermedades graves.
La falta de saneamiento y agua limpia no solo afecta a países pobres. También es un problema en zonas rurales, comunidades vulnerables, y hasta en hospitales sin infraestructura básica.
El impacto del agua contaminada en la salud
La contaminación microbiana del agua potable, originada principalmente por la presencia de heces, constituye el mayor peligro de toxicidad hídrica. Esta contaminación puede desencadenar una amplia gama de enfermedades, como:
- Diarrea.
- Cólera.
- Disentería.
- Fiebre tifoidea.
- Poliomielitis.
Las cifras son alarmantes: se calcula que cada año mueren 505,000 personas por enfermedades diarreicas causadas por agua insalubre. La falta de saneamiento adecuado contribuye significativamente a este problema, permitiendo que los agentes patógenos se propaguen fácilmente a través de las fuentes de agua.

Fuente: Foto de Polina Tankilevitch, Pexels.
Si bien la contaminación microbiana es la más prevalente, no podemos ignorar la presencia de contaminantes químicos en el agua. Sustancias como el arsénico, los fluoruros y los nitratos representan riesgos conocidos para la salud.
Adicionalmente, están surgiendo nuevos contaminantes, como ciertos fármacos, plaguicidas, moléculas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas; así como microplásticos, cuyos efectos a largo plazo aún se están investigando, pero que generan creciente preocupación.
El acceso a cantidades suficientes de agua salubre es fundamental para practicar una buena higiene. Lavarse las manos con agua y jabón, por ejemplo, es una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias agudas y numerosas enfermedades tropicales desatendidas.
Avances y desafíos en el acceso al agua salubre
A pesar de los desafíos, se han logrado avances significativos en el acceso al agua salubre. En 2022, se estimaba que 6000 millones de personas (el 73% de la población mundial) se abastecían a través de un servicio de suministro de agua para consumo humano gestionado de forma segura. Esto significa que el agua provenía de una fuente mejorada, ubicada cerca del lugar de uso, disponible cuando se necesitaba y libre de contaminación.
Sin embargo, aún persisten grandes desigualdades. En el mismo año, 2200 millones de personas carecían de estos servicios gestionados de forma segura. Dentro de este grupo, encontramos a quienes tienen acceso a servicios básicos (fuente mejorada a menos de 30 minutos), servicios limitados (fuente mejorada a más de 30 minutos), quienes dependen de fuentes no protegidas como pozos y manantiales, y aquellos que recolectan agua superficial no tratada de lagos o ríos.
Estas disparidades se observan tanto entre zonas rurales y urbanas como dentro de las propias ciudades, donde los asentamientos informales a menudo carecen de acceso adecuado a fuentes mejoradas de agua potable.
La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció en 2010 el derecho humano al agua y al saneamiento, estableciendo que toda persona tiene derecho a disponer de forma continua de cantidades suficientes de agua salubre, accesible, asequible y de calidad aceptable para uso personal y doméstico.
El acceso al agua es un derecho humano reconocido por la ONU y su servicio debe ser económicamente sostenible. Aguakan trabaja en la incorporación de nuevas tecnologías que permitan la mejora continua y la optimización de su operación. Conoce más en la siguiente imagen. pic.twitter.com/eESfJsK3EB
— Aguakan (@DHCAGUAKAN) March 19, 2021
La meta 6.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible busca alcanzar el acceso universal y equitativo al agua potable salubre y asequible para 2030. Sin embargo, para lograr este objetivo, es necesario acelerar significativamente el ritmo de progreso actual
Saneamiento del agua: clave también en hospitales
El saneamiento deficiente, al igual que el agua contaminada, juega un papel importante en la transmisión de enfermedades. Mejorar el saneamiento y la gestión de los recursos hídricos no solo tiene un impacto directo en la salud pública, sino que también puede impulsar el crecimiento económico y contribuir a la reducción de la pobreza.
En los establecimientos de salud, la falta de servicios de suministro de agua, saneamiento e higiene adecuados expone tanto a pacientes como a profesionales a un mayor riesgo de contraer infecciones.
Para alcanzar la cobertura universal de los servicios básicos de agua potable en 2030, es necesario duplicar las tasas de progreso actuales.
La OMS proporciona directrices y asesoramiento a los gobiernos para establecer metas y regulaciones basadas en la salud. Publicaciones como las Guías para la calidad del agua de consumo humano establecen un marco para garantizar la seguridad del agua potable, recomendando la implementación de planes de salubridad que aborden los riesgos desde la captación hasta el consumo.
Algunas de las acciones que lidera son:
- Establecer estándares para agua potable segura.
- Apoyar a gobiernos en políticas de salud hídrica.
- Crear herramientas como WASH FIT, que mejora la higiene en hospitales.

Foto: UNOPS
Este Día Mundial de la Salud, recuerda que el saneamiento del agua es salud. No es solo un tema ambiental: es una prioridad. Garantizar agua limpia salva vidas y transforma el futuro. Valoremos y cuidemos este recurso vital.