El agua es un derecho humano ¿Por qué debemos pagar el agua?
Por Oscar Eduardo Ramos
Seguramente te has preguntado: si el agua es un derecho que tenemos todas las personas ¿por qué debemos pagar por ella? Para poder resolver esa duda, es importante que conozcas primero en qué consiste dicho derecho. Éste se encuentra establecido en nuestra Constitución.
En el artículo 4, párrafo 6, se reconoce el derecho humano al agua y dice: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines”.
Y en el artículo 115, fracción III, inciso a, se establece que cada municipio del país tienen a la facultad para ofrecer, entre otros servicios, los de agua potable, drenaje, alcantarillado y saneamiento y disposición de sus aguas residuales.
Las Naciones Unidas reconoce el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día), segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de mil metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos).
De acuerdo con las Naciones Unidas, aunque el 70% de la superficie está cubierta por agua, sólo el 2% es apta para consumo humano.
Entonces, ahora que ya sabes eso, es importante que sepas que para hacer valer este derecho, el agua no llega por sí sola hasta la comodidad de tu casa. Se requiere un gran esfuerzo por parte de cada territorio. Existen procesos muy complejos de por medio que hacen posible que cuando tu abras el grifo salga el agua. Detrás, hay cientos de estudios y gestiones, equipos especializados, instalaciones, energía para operar, infraestructura y, sobre todo, el trabajo de cientos de personas, el cual, también representa el sustento de muchas familias alrededor del mundo por parte de quienes se dedican a la industria del agua.
En diversos países del mundo se requiere la mano de empresas operadoras especializadas que faciliten el acceso al servicio del agua. En México, por ejemplo, en los municipios de Benito Juárez, Isla Mujeres, Solidaridad y Puerto Morelos en Quintana Roo, existe un organismo operador: Aguakan, quien se encarga de extraer, potabilizar, almacenar, distribuir y sanear el agua, cumpliendo así con el ciclo 360° del agua. Gracias a la inversión y la capacidad técnica y humana de una empresa especializada, es que se puede dar acceso a estos servicios a sus habitantes.
Aun así, se tiene un gran reto para garantizar el derecho al agua en todo el mundo, pues hay millones de personas que aún carecen de acceso seguro al agua potable.
En resumen, el derecho de agua no significa que deba ser gratis. Es un recurso limitado y que debemos cuidar todos. Su valor es cada vez más preciado y es importante que quienes tienen acceso a los servicios de agua potable puedan contribuir con sus pagos para continuar con la operación en los diversos lugares del mundo, sea operada por un ente público o concesionado.