El tiempo exacto que debe durar una ducha para ahorrar agua, según la OMS
¿Cuánto debe durar tu ducha?, ¿Qué recomienda la OMS? Descubre cómo las duchas cortas cuidan tu salud, el planeta y reducen tu huella hídrica.
El agua es un recurso vital, pero cada día enfrentamos su escasez debido al crecimiento de la población y el cambio climático. Pequeñas acciones pueden marcar la diferencia, y la duración de nuestras duchas es clave en la conservación del agua.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda duchas cortas para reducir el desperdicio de agua sin comprometer la higiene personal. Pero, ¿cuál es el tiempo ideal para bañarse y cómo podemos optimizar el consumo de agua?
Consumo de agua en la ducha. Fuente: Canva.
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El tiempo de la ducha ideal y cuántos litros gastamos al bañarnos
La OMS, en su búsqueda de un equilibrio entre higiene y responsabilidad ambiental, ha establecido un parámetro claro: cinco minutos. Este es el tiempo óptimo para limpiar nuestro cuerpo sin derrochar agua.
En promedio, una ducha de diez minutos consume alrededor de 200 litros de agua, mientras que una de cinco minutos reduce este consumo a la mitad.
Sin embargo, el tiempo no es el único factor relevante. La OMS también nos invita a:
- Cerrar las llaves de paso mientras nos enjabonamos
- Recoger el agua fría inicial para otros usos
- Utilizar regaderas de bajo flujo
Estas medidas, combinadas con una temperatura del agua templada, pueden marcar una diferencia significativa en nuestro consumo diario.
Realizar duchas más cortas no solo beneficia al planeta, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra salud. Dermatólogos señalan que las duchas prolongadas pueden deshidratar la piel, causando sequedad e irritación.
En contraste, las duchas cortas y templadas ayudan a mantener la hidratación natural de la piel. Al mismo tiempo, al ahorrar agua, contribuimos a la conservación de este recurso vital y reducimos nuestra huella hídrica, un paso crucial en la lucha contra el cambio climático.
Cada gota cuenta en el ahorro de agua
Más allá de la duración que usas para bañarte, existen otras estrategias que podemos implementar en nuestro día a día para cuidar el agua del baño; por ejemplo:
- Reparar fugas en grifos y tuberías.
- Instalar inodoros de bajo consumo.
- Utilizar productos de higiene personal biodegradables.
Estas son solo algunas de las acciones que podemos tomar para reducir nuestro consumo de agua. Cada pequeña acción cuenta, cada gota suma en la construcción de un futuro más sostenible.
Vivimos en un mundo donde la responsabilidad individual se convierte en un pilar fundamental. La OMS nos brinda una guía clara y concisa sobre cómo podemos contribuir al ahorro de agua sin comprometer nuestra higiene personal.
