¡Golazo! Así nació la expresión de “echarse una cascarita” para referirse a jugar futbol
- ‘Cascarita en tu colonia con Aguakan‘ es uno de nuestros eventos más emocionantes, ya que cada año revivimos el entusiasmo por el fútbol que tenemos en Quintana Roo. Por lo mismo, es inevitable que exploremos curiosidades a fondo.
¿Sabías que algunos visitantes extranjeros se confunden cuando usamos el término ‘cascarita‘ para referirnos a un partido de fútbol?. En dedicatoria a todos ellos, explicamos de dónde viene esta expresión:
¿De dónde viene la expresión “echarse una cascarita”?
La expresión “echarse una cascarita” tiene su origen en el lenguaje popular de México, pero también en otros países de habla hispana. Invariablemente, se refiere a jugar un partido informal de fútbol, generalmente en la calle, en un parque o en cualquier espacio disponible que no cuente con las ‘formalidades’ esperadas de una cancha profesional.
De acuerdo al historiador deportivo Carlos Calderón, la palabra ‘cáscara’ dentro del contexto futbolístico se refiere a algo “ligero” o “poco serio.” Sin embargo, también se asocia a cuando en lugar de balón, los niños patean cualquier otra cosa para emular un partido, algo que bien puede ser una cáscara de papel o plástico; lo cual, también revelaría otro contexto de origen.
En cualquier caso, la versión más aceptada para el actual uso de la frase ‘echarse una cascarita,’ hace una combinación de ambas explicaciones previas: en muchos barrios humildes de Latinoamérica, los niños y jóvenes jugaban partidos con materiales básicos, y a menudo con una pelota improvisada hecha de diversas cáscaras; lo cual refuerza la idea de que no se necesita mucho para “echarse una cascarita“.
Adicionalmente, Carlos Calderón afirma que hay registros interesantes sobre la ‘cascarita’ a finales del siglo XX: en aquel entonces, los partidos callejeros se jugaban con una naranja; aunque no con una naranja cualquiera. En aquella época, los niños tomaban la fruta y le hacían un pequeño agujero por debajo, por donde extraían todo el jugo con la finalidad de dejar la cáscara redonda. De esta manera, podían patearla sin que se creara un desastre y sin que se desperdiciaran los principales nutrientes de la fruta.
Otras maneras con las que los jóvenes mexicanos y latinoamericanos sustituían un balón de fútbol era con botes, trapos enrollados o con simples bolas de papel. Y claro, muchas de ellas se siguen utilizando en la actualidad, tal y como los términos ‘echarse una cascarita’ o ‘cascarear’ para referirse a un partido amistoso entre ‘los cuates.’