Qué son los plásticos de un solo uso y cómo ayudamos al ambiente al evitarlos
- De entre los principales contaminantes en la actualidad, sin duda destacan los plásticos de un solo uso; es decir, aquellos materiales que están diseñados para ser utilizados una sola vez, y luego, ser desechados. Y si bien existen numerosas políticas colectivas e individuales para evitarlos, su presencia sigue representando una amenaza discreta al medio ambiente.
De entre los ejemplos más comunes de plásticos de un solo uso, encontramos botellas de agua, bolsas de plástico, cubiertos, platos, popotes, y envases para comida para llevar. Y ya que éste tipo de plásticos pueden tardar cientos de años en descomponerse, representan una amenaza para el medio ambiente, en especial, para los océanos. En añadidura, a medida que los plásticos se descomponen, sueltan microplásticos, los cuales pueden ser ingeridos por animales, y eventualmente, entrar en la cadena alimentaria humana de forma perjudicial para la salud pública.
Y claro, respecto a los microplásticos, es primordial saber que los plásticos de un sólo uso tienden a liberar sustancias químicas tóxicas, incluyendo bisfenol A (BPA), ftalatos y otros compuestos que son disruptores endocrinos, afectando el sistema hormonal de los seres vivos que los ingieren.
¿Cómo ayudamos al medio ambiente al evitar los plásticos de un solo uso?
- Reducir la producción y el desecho: Al evitar plásticos de un solo uso, disminuimos su demanda de producción, lo que a su vez reduce la cantidad de recursos naturales (como el petróleo) que son requeridos para fabricarlos. De esta manera, se reducen otros efectos contaminantes de corte secundario.
- Menos residuos en vertederos y en el océano: Evitar plásticos de un sólo uso significa menos basura acumulada y menos desechos que terminan en el océano.
- Elegir alternativas sostenibles: En especial al momento de siseñar envases de comida, hay que optar por materiales reutilizables. Onjetos como bolsas de tela, botellas de agua recargables y utensilios duraderos, promueven una cultura de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
- A largo plazo, se reduce la llamada “Huella de Carbono:” La producción de plásticos de un sólo uso emite gases de efecto invernadero que perjudican la capa de ozono y dañan la atmósfera terrestre. Al reducir el consumo de este tipo de plásticos, contribuimos a la disminución de estas emisiones.
Incorporar prácticas sustentables para evitar los plásticos de un solo uso en la vida diaria, no solo ayuda a proteger el medio ambiente, sino que también fomenta hábitos más sostenibles a largo plazo para las futuras generaciones y para la biodiversidad de múltiples ecosistemas.