¿Cómo saber qué tamaño de tinaco necesito? Consejos para elegir el correcto
- Toma en cuenta estas recomendaciones para comprar un nuevo tinaco que ayude a cubrir todas tus necesidades
En la vida de todo hogar llega un momento en el que hay que tomar decisiones bien informadas, muy en especial a la hora de comprar un tinaco para la distribución y el almacenamiento del agua en el hogar, tomando en cuenta que se trata de una inversión a largo plazo que no puede ser tomada a la ligera.
En este sentido Aguakan hace un esfuerzo por ayudar a la población que más lo necesita con el programa “Con tinaco, Sí Alcanza”, la cual otorga tinacos a las familias que más lo necesitan y que puedan tener acceso a los servicio de almacenamiento de agua y que nunca falte en los hogares.
¿Cómo elegir el tinaco adecuado?
A la hora de comprar un tinaco para el almacenamiento y distribución del agua, es importante tomar en cuenta un par de consideraciones, ya que en el mercado existen todo tipo de productos de diferentes capacidades y marcas, por lo que deberás poner atención para elegir cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades específicas.
Lo primero que hay que tomar en consideración es el número de personas que viven en el hogar. Por ejemplo, si solo son dos personas, un tinaco de unos 450 litros de capacidad podría ser suficiente, pero si son más de cuatro, se recomienda elegir uno con capacidad de mil 100 litros.
El segundo punto a considerar es el tipo de material con el que están fabricados los productos, siendo los elaborados con polietileno los más recomendados por su durabilidad al estar expuestos a ambientes extremos. Además de ser más fáciles de transportar, así como de brindar mantenimiento.
Y por último, pero no menos importante, deberás verificar el tipo de filtro que usa cada tipo de tinaco, ya que estos ayudan a mantener la calidad del agua evitando la propagación de bacterias, al igual que su correcto cierre hermético.
Recuerda que antes de terminar la compra, debes preguntar a tu vendedor sobre los cuidados y el tipo de mantenimiento que deberás darle a tu nuevo producto para maximizar su tiempo de vida, al mismo tiempo que evitarás conflictos a mediano plazo que pueden afectar tu economía.